me apresaste para siempre
con tus ojos me robaste
de mi cuerpo de mi alma
mi corazon marchito
en aquella primavera
no pudiendome escapar
de las garras del amor
y sin remedio me rendi
ante la inmensidad de tus ojos
que me volvieron loco
y mi mente volvio enferma
de quererte poseerte
entre mis brazos para siempre
No hay comentarios:
Publicar un comentario